Espacios indeterminados.
Esta estrategia se basa en dotar a la vivienda de espacios indeterminados, o que puedan cambiar de uso sin necesidad de realizar transformaciones físicas para ello. La indeterminación significa que los espacios deben poder albergar distintas actividades, sin que éstas estén predeterminadas de antemano.
Las funciones que se desarrollan en el interior de una vivienda pueden ser muy diversas. Si queremos hacer un análisis genérico de las mismas, proponemos sintetizarlas en dormir, estar juntos, comer, cocinar, asearse y trabajar. Así que si queremos que que los espacios de la vivienda sean indeterminados o desjerarquizados deben ser adecuados para desarrollar cualquiera de estas actividades.
No obstante, es cierto que estas actividades pueden requerir dimensiones y dotaciones muy distintas. Diseñar los espacios para que todos puedan albergar la actividad de cocinar por ejemplo, puede ser excesivo. Las actividades de cocinar y asearse requieren equipos e instalaciones más específicos, como la presencia de conducciones de agua y saneamiento, electrodomésticos, aparatos sanitarios, etc. Por eso se plantea aplicar esta estrategia solamente entre los espacios destinados a dormir, estar juntos, comer y trabajar. Estas actividades sí son fácilmente intercambiables si los espacios poseen las dimensiones y relaciones adecuadas.
Características.
A nivel constructivo y de diseño:
Los espacios deben ser de similares características dimensionales y dotacionales.
Formas geométricas neutras de los espacios.
El tipo de conexiones/relaciones entre los distintos espacios no debe condicionar su uso.
Debe existir una relación similar entre cada uno de los espacios y el exterior
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