Aumento de la superficie de la vivienda sobre espacio existente.
Esta estrategia permite el crecimiento de la superficie útil de la vivienda. Su característica fundamental es que la vivienda se apropia de espacios que ya estaban construidos y pertenecían a ella (soporte existente) pero no se consideraban habitables o no contaban como superficie útil (no alcanzan una altura mínima, no son accesibles, están abiertos...).
Los nuevos espacios pueden crecer interiores o exteriores al volumen inicial de la vivienda. Un ejemplo del tipo de espacios que se añaden podrían ser terrazas y balcones que se cierran para formar parte de los espacios adyacentes, trasteros o buhardillas que se convierten en habitaciones, altillos que se convierten camas altas, etc.
Esto abre gran cantidad de posibilidades y situaciones, en alguna de las cuales la estrategia pueda ser aplicada por el usuario con facilidad, mientras que en otras, el usuario requiera de la ayuda de otros agentes además además de un control externo.
En muchas ciudades es fácil observar terrazas añadidas a los salones, lavaderos añadidos a las cocinas, etc, es decir, es una estrategia que ya se emplea de forma espontánea e informal. Sin embargo, si la ampliación se tiene en cuenta desde el diseño, se puede conseguir que quede integrada en el resto del edificio y que cumpla con unos requisitos mínimos de habitabilidad.
Características.
A nivel constructivo y de diseño:
- Disponibilidad de superficies adecuadas de fácil apropiación
A nivel de gestión:
Regulación en las normas que rijan el funcionamiento de la comunidad, en el caso de que la vivienda forme parte de una agrupación, de la apropiación de los espacios.
La edificabilidad máxima permitida no debe estar agotada (el aumento de superficie útil modifica el índice de edificabilidad).
Información para el usuario relativa a las superficies susceptibles de apropiación
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