¿Cómo ampliamos o transformamos nuestra vivienda?
La vida que hacemos en nuestras viviendas no es uniforme, homogénea, ni estable. Los cambios en las necesidades habitacionales no suelen ser previsibles, y en muchos de los casos, requieren de reformas para que sigan siendo confortables. Las distintas necesidades que van surgiendo a lo largo de la vida pueden requerir una adaptación del espacio para poder seguir viviendo en él en condiciones de habitabilidad adecuadas, ajustadas a su economía, al uso de los espacios, al gasto de recursos energéticos y al entorno en el que esté ubicada la propia vivienda.
¿Qué necesitamos saber o plantearnos a priori?
Tipo de opciones/alternativas existentes
La aplicación de las estrategias que a continuación se presentan, requieren que el usuario participe de forma activa durante la fase de uso de la vivienda. Para ello las estrategias que se presentan son de fácil aplicación, para que las personas puedan, sin mucho esfuerzo, apropiarse de los espacios, concretando su uso conforme a sus necesidades.
Las capacidades de cambio espacial en la vivienda se pueden clasificar en tres:
Estrategias cualitativas.
Estrategias que introducen cambios en las cualidades de los elementos de la vivienda, posibilitando que éstos mejoren, se recoloquen o incluso desaparezcan.
El sentido de las estrategias cualitativas engloba tanto el concepto de perfectibilidad como el de adecuación:
Perfectibilidad
La perfectibilidad está asociada a la posibilidad de mejora. Ésta ha de preverse en el propio diseño de la vivienda, y para ello es necesario concebirla utilizando materiales básicos, dotándola de lo mínimo necesario y repercutiendo así en una reducción de los costes iniciales de construcción. Esto hace posible que la vivienda mejore a lo largo del tiempo sin tener que invertir más de lo imprescindible para ello.
La perfectibilidad puede constituir un ahorro directo de materiales y recursos, lo cual se traduce en un menor impacto sobre el medio ambiente, y posiblemente un menor coste para el usuario.
Adecuación.
La adecuación está asociada a la posibilidad de adaptación o acondicionamiento de elementos existentes a una nueva tarea o función. Aunque la adecuación es un concepto muy cercano al de perfectibilidad, está más relacionada con el cambio de la función de los elementos, lo cual no debe significar necesariamente una mejora.
La posibilidad de adecuación es más necesaria cuando la vivienda ha sido habitada durante un periodo de tiempo y requiere el cambio de algunos elementos por quedarse en desuso o por tener que adecuarse al uso de un nuevo usuario.
Las estrategias cualitativas que proponemos son:
Estrategias adaptables.
Estrategias que permiten un cambio de función de los espacios, porque la configuración espacial del mismo lo permita, o bien, por un cambio de forma que adapte el espacio al nuevo uso.
Las estrategias adaptables se refieren tanto a lo versátil como a lo convertible.
Lo versatil.
Lo versátil está referido a cómo se puede usar el espacio, es decir, a la capacidad del espacio para cambiar de uso sin transformarse físicamente. Es la adaptabilidad embebida en la construcción.
Lo convertible.
Lo convertible está referido a cómo el espacio está definido físicamente, y su capacidad de adoptar diferentes configuraciones físicas que alteren su distribución interna.
Las estrategias adaptables satisfacen la necesidad del usuario de una adecuación funcional de la vivienda sin necesidad de una modificación del tamaño de la misma.
Las estrategias adaptables que proponemos son:
Estrategias elásticas.
Introducen un cambio en el tamaño de la vivienda para responder a la necesidad de una adecuación funcional de la misma.
Estas son capacidades de adaptación distintas que pueden coexistir en una misma tipología de vivienda, en función al tipo de flexibilidad proporcionada por cada una de ellas, en relación a las necesidades del propio usuario.
Las estrategias elásticas son estrategias que permiten un cambio de función en los espacios, con el aumento o disminución del tamaño o superficie de la vivienda. Ésta va aumentando de tamaño a medida que se va necesitando más espacio o van aumentando las posibilidades económicas. También puede llegar un momento en el que, por el contrario, no sea necesario todo el espacio disponible y se pueda prescindir de parte de él, y por lo tanto decrecer.
Para ello es recomendable preverlo de antemano a nivel constructivo y de distribución interna, para crecer o decrecer de forma sencilla y sin necesidad de grandes inversiones económicas o cambios estructurales.
Las estrategias elásticas que proponemos son:
¿Qué necesitamos saber o plantearnos a priori?
Las necesidades de cambio de la vivienda vienen de la necesidad de personalizarla y de actualizarla tecnológica y funcionalmente. También las necesidades de transformación pueden proceder del entorno en el que se inserta la vivienda, tales como cambios en normativas, en el mercado, en el medio ambiente o en las propias estrategias políticas.
Para poder transformar nuestra vivienda de la manera más optima posible, es importante desde el principio tomar consciencia de estos cambios futuros de cara a que cuando sean necesarios se hagan de la forma más sostenible económica, energética, tecnológica y humanamente posible.
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