¿Qué tipo de contrato necesito para acceder a una vivienda?

Algunos comentarios

Los mecanismos de acceso a la vivienda van muy ligados a las políticas relacionadas con el derecho a la vivienda de cada país. En España, el sistema de provisión de vivienda se encuentra regido por el libre mercado, que es quien principalmente asigna y regula. En cambio, en muchos países europeos la intervención de los poderes públicos ha sido muy fuerte y se ha orientado a dar respuesta a las necesidades sociales. España ha orientado sus políticas de vivienda a la activación del sector de la construcción como dinamizador económico, y ha impulsado la propiedad privada como régimen mayoritario de tenencia y la compra como modo de acceso. No obstante, existen alternativas de acceso que acercan la provisión de la vivienda a su concepción como un bien de uso y no de inversión. El acceso a una vivienda puede implicar la necesidad de acceder previamente a un terreno o a un edificio. En los procesos de provisión colectiva de vivienda ésto es habitual ya que acostumbran a buscarse espacios adaptables en los que puedan convivir varias familias o grupos. Los modelos de acceso que se plantean a continuación son de aplicación tanto para un terreno, como para un edificio o una vivienda, y pueden combinarse según las características del proyecto colectivo que quiera desarrollarse o de las opciones disponibles. Así, por ejemplo, se puede dar el caso de que una cooperativa adquiera mediante compra un terreno, para construir un edificio y que posteriormente los usuarios accedan a las viviendas a través de una cesión de uso. O que a la misma cooperativa se le haya cedido el uso de un edificio que debe ser rehabilitado y que sus socios accedan a las viviendas rehabilitadas a través de sistemas de aparcería.

¿Por qué es importante cómo accedo a una vivienda?

Según el Relator Especial de la ONU Miltoon Kothari, en España:

“La primacía otorgada al modelo de la vivienda en propiedad ha tenido varias consecuencias negativas para la realización del derecho a una vivienda adecuada. En primer lugar, ha marginado a los sectores de la sociedad que no tienen medios para comprar una vivienda y a los que son objeto de discriminación. Entre esos grupos figuran las mujeres, las familias de bajos ingresos, los migrantes, los jóvenes, las personas de edad y los romaníes”.

En la creación de un proyecto colectivo de acceso a la vivienda será importante plantear cómo queremos acceder a ella y los resultados que implicará nuestra decisión. Algunas reflexiones:

• El acceso a la vivienda requiere habitualmente de una inversión en tiempo, dinero e ilusión, mayor o menor en función del tipo de acceso por el que optemos.
• Nos da la posibilidad de plantearnos cómo queremos convivir, ya que según el tipo de acceso por el que optemos será más o menos fácil un proyecto colectivo o comunitario.
• Nos permite ajustar mejor los costes a nuestros ingresos o a aquello que nos parece adecuado gastar en acceder a una vivienda.
• Nos puede facilitar o complicar el cambio de lugar de residencia.
• Nos puede hacer más o menos dependientes de las fluctuaciones del libre mercado hipotecario y de alquiler, y por tanto dará más o menos pie a opciones más estables en el tiempo e independientes del mercado.
• Nos permite contribuir en mayor o menor medida a que la vivienda siga siendo un bien de inversión (ligado a las leyes de la oferta y la demanda) o empiece a ser un bien de uso (ligado al derecho a la vivienda).