Compartir economía
Vivir en comunidad puede hacer posible un cambio en el modo de entender la sociedad y las relaciones humanas, con implicaciones en el día a día. Las personas con más años de vida comunitaria a cuestas apuntan que las comunidades se sostienen y se disuelven por cuestiones económicas. El compartir economías se basa en la confianza de que la acción que realiza cada miembro de la comunidad forma parte del proyecto comunitario.
El compartir economías (ya sea parcial o totalmente) se basa en la premisa de que el valor del trabajo y del tiempo de cada persona es independiente de lo que perciba económicamente por ello, así como en la confianza de que la acción que realiza cada miembro de la comunidad forma parte del proyecto comunitario.
Ventajas e inconvenientes
- Compartir economia implica compartir la gestión y las prioridades en relación a aquello que queremos hacer con nuestro dinero. Por lo tanto una pérdida de parte de nuestra libertad que optamos por compartirla. Simultáneamente esta necesidad de compartir nuestras decisiones nos permite priorizar y valorar cómo queremos actuar.
- Puede permitir desarrollar proyectos difíciles de asumir por una unidad de convivencia
- Fortalece los lazos de confianza.
El compartir economía puede darse a dos grandes niveles:
Compartir gastos
Consiste en compartir el coste de los bienes y servicios que cada comunidad decida. Se puede compartir desde alquiler o compra del espacio que se habita hasta la compra de alimentos, la energía doméstica y/o comunitaria, los servicios, el transporte (coche, bicicletas, etc..). Permite compartir los gastos proporcionalmente al consumo o independientemente del mismo. Es un modelo que puede ir desde mínimos (el equivalente a una comunidad de propietarios con un % de repercusión por vecino), hasta máximos (en cuyo caso puede ser muy parecido a compartir ingresos).
Compartir ingresos
Se basa en el principio de que lo que percibe de sueldo o rentas cada miembro de la comunidad, pertenece total o parcialmente a la propia comunidad o a la sociedad. Cada unidad familiar aporta al ‘fondo común’ una parte o el 100% de los ingresos que tenga (hay que pactarlo) y desde ese fondo común se afrontan los gastos comunitarios, familiares o individuales que existan (en función de lo que cada comunidad decida). Si existe remanente se puede devolver a las partes, dar o reinvertir. Esta modalidad requiere un fuerte grado de confianza y cuanto mayor es el % de ingresos que se comparten más importante es la carga ideológica que lo sustenta.
Preguntas a lanzar al foro
- ¿Tiene sentido que unos ganen más y otros menos por el simple hecho de tener capacidades o formaciones diferentes?
- ¿El derecho a vivir dignamente es de todos ?
- ¿El dinero es un fin por si mismo o un medio?
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