¿Qué quiero compartir con otras viviendas?
Compartir forma parte de nosotros, nos permite pelearnos, reir, poner en común vivencias, transmitir y construir colectivamente pensamientos y proyectos... En función de los propios intereses y de los de nuestra comunidad o grupo podremos compartir, más o menos, en aspectos vinculados con nuestro entorno y residencia. En cualquier caso construir una comunidad no es fácil y requiere un proceso que puede durar años.
¿Por qué compartir (espacios u otras cosas) con otras viviendas o unidades de convivencia?
Compartir es disfrutar en común un determinado recurso o espacio. Compartir forma parte de nosotros, nos permite pelearnos, reir, poner en común vivencias, transmitir y construir colectivamente pensamientos y proyectos... Nos permite construir un ecosistema convivencial, donde se integran intereses, pensamientos, sentimientos y sensaciones.
La vida en comunidad puede abarcar tantos aspectos y tener el tamaño que la propia comunidad quiera.
En función de los propios intereses y de los de nuestra comunidad o grupo podremos compartir, más o menos, en aspectos vinculados con nuestro entorno y residencia. En cualquier caso construir una comunidad no es fácil y requiere un proceso que puede durar años. Las comunidades son únicas e irrepetibles, tienen vida propia y están en continua evolución, igual que las personas. Por ello, la capacidad de adaptación constante es un valor fundamental.
Aquí planteamos una serie de aspectos que entendemos que se pueden compartir en una comunidad. Difícilmente se dará uno aislado de todos los otros, sino que normalmente cada comunidad va estableciendo en cada momento qué es aquello que quiere compartir.
Conocer lo que puede aportar el hecho de compartir nuestra vida o algunos aspectos de ella con otras personas nos puede animar a iniciar un camino en este sentido que nunca será fácil, pero que puede ofrecernos muchas posibilidades:
- Nos permite reforzar lazos de convivencia y/o amistad con otras personas, familias o colectivos.
- Nos permite ‘poner en práctica’ modelos de convivencia más comunitarios y abiertos, más allá del entorno estrictamente individual o familiar.
- Puede facilitar la puesta en práctica de proyectos colectivos relacionados con nuestro espacio de residencia y/o trabajo, cómo la creación de una cooperativa de consumo ecológico y responsable, de una guardería o de un comedor para los niños, de sistemas de generación de energía, etc.
- Puede facilitar el disfrute de espacios con mayores y mejores posibilidades que los de una vivienda tradicional
- Puede facilitar la reducción de costes de algunos espacios y de servicios.
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